Los desafíos a lo que nos vimos enfrentados este año han sido muchos y de muy variada índole.
Hemos tenido que hacer varias modificaciones, cambios y acomodarnos a la nueva situación para poder cuidar a todos los bebés y niños que viven en Hogar del Bebé.
Igualmente ha sido un período de aprendizaje y momentos muy disfrutables. En los primeros meses cuando no había clases y el mensaje era quedarse en la casa, tuvimos que apelar a nuestra imaginación y realizar actividades que los tuviesen entretenidos y aprendiendo. Trabajamos mucho en plástica, manualidades, lectura de cuentos etc.
Siempre estamos buscando la manera de brindarles lo mejor, acompañarlos en este periodo crucial de sus vidas como es la infancia para que puedan desarrollarse de manera plena, que puedan tener una infancia saludable y sean niños felices.
Una de las actividades que incorporamos este año fue el taller de porcelana fría. Además de ser un espacio de arte libre, los niños ejercitan la motricidad de sus manos, la concentración, y es un momento de relajación y juego.
Esperamos poder continuar el próximo año con este taller e ir incorporando otros que brinden a cada uno de los niños que viven en el hogar experiencias que los nutran y los hagan crecer.